Texto publicado pelo jornal espanhol El País. Mesmo os que têm dificuldade com o espanhol vão entender esse recado universal de paz, prometemos!
La venta, el consumo y la producción de marihuana ya es legal en Uruguay. Es el primer país en el mundo en legalizar esta sustancia. En algunos lugares de Estados Unidos, como Colorado, desde el 1 de enero de 2014 está permitida la venta con fines recreativos. En pocos meses llegará Washington. Y es posible que los siguientes en sumarse sean otros estados como California, Arizona o Alaska. En España, sin embargo, la Ley para la Protección de la Seguridad Ciudadana que prepara el Gobierno va a endurecer las medidas. Fumarse un porro en la vía pública pasará de una multa de 300 euros a una de 1.000. Desde algunos sectores de la música se ha pedido durante décadas la legalización de la marihuana. Hay docenas de canciones que introducen esta planta en sus textos. Nosotros hemos escogido diez. Algunas muy representativas y otras no tanto, pero todas con una historia llamativa.
Muggles, de Louis Armstrong (1928)
Esta sí que es buena: una canción sobre la marihuana que no tiene letra, que es instrumental. Por partes. Descartemos que sea una pieza pro legalización, porque cuando se compuso, en los años veinte, la marihuana no era ilegal. Si es instrumental, ¿por qué sabemos que trata sobre la famosa hierba? La respuesta está en el título, Muggles. Así se llamaba a los cigarrillos de marihuana en los garitos humeantes estadounidenses de los veinte y los treinta. Armstrong compone este insinuante blues dedicado a los cigarrillos de la risa que él consumía con pasión. Pero, un momento: ¿muggles no es como se denomina a los que no tienen habilidades mágicas en la serie Harry Potter? Correcto. Su creadora, J. K. Rowling, jura que desconocía las connotaciones marihuanescas de la palabra.
Sweet Leaf, de Black Sabbath (1971)
En efecto, antes de probar sustancias mucho más potentes (y de improbable legalización en los tiempos en que vivimos), los cuatro miembros de Black Sabbath buscaban inspiración artística y recreacional en la marihuana. Que la desquiciada voz de Ozzy Osbourne brame “tú me presentante a mi mente” es como para tenerlo en cuenta. La canción arranca con una tos del guitarrista Tony Iommi, se supone que después de aspirar con demasiada ansiedad. En el fondo, esta Dulce hoja es una carta de amor a la marihuana: “Mi vida estaba vacía hasta que te conocí”. Y lanza pullas a las políticas pacatas: “Las personas rectas no saben en qué consiste, te rebajan y te silencian”.
Kaya, de Bob Marley & The Wailers (1971)
Hay tantas canciones de Bob Marley que mencionan la marihuana que ni el propio autor podría aguantar fumando mientras suenan todas juntas. Nos quedamos con Kaya, una de las muchas maneras con las que los rastafaris denominan a la hierba. Fue grabada en 1971, con producción del mago Lee Scratch Perry, cuando Marley aún no era la gran estrella que luego fue. Más tarde, el músico realizó varias versiones del mismo tema, la más popular la de su disco Kaya, en 1978. No se trata de una canción sobre la legalización. La letra describe lo importante que es el kaya para los rastas, tanto como el agua o la comida. Estos versos de la canción lo retratan: “Despertar y relajarse. / La lluvia está cayendo. / Tiene que haber kaya ahora, tiene que haber kaya ahora, de la lluvia está cayendo. / Estoy muy colocado. / Incluso toco el cielo por encima de la lluvia que cae. / Me siento muy bien en mi barrio, por eso estoy aquí”. El barrio al que se refiere la canción es Trench Town, el suburbio de Kingston donde se crío (aunque nació en Nine Mile) Marley.
Roll another number (for the road), de Neil Young (1975)
En su reciente libro de memorias, titulado Waging heavy peace (todavía no traducido al castellano), Neil Young, 68 años, confiesa que ha dejado de beber y de fumar. Después de sufrir algunos percances físicos, el músico canadiense ha decidido terminar con más de 40 años de consumidor de marihuana. Y desvela: “Ahora no se me ocurre ninguna canción. Estoy seco”. Su disco Tonight”s the night (1975), tan desolador como grandioso, le sirve como vehículo para analizar los nefastos efectos de la droga dura, evidenciados en dos de sus mejores amigos, el guitarrista Danny Whitten y Bruce Berry, encargado del equipo de bandas de rock. Los dos murieron por sobredosis de heroína. Curiosamente, entre tanta canción desasosegante, la cara B (recuerden: era la época del vinilo) se abre con un canto a la marihuana. Roll another number (for the road) es un country-rock interpretado de forma perezosamente (seguramente porque fumaron algo antes de grabarla) genial, cuyo estribillo dice: “Creo que me voy a liar otro para el camino. / Siento que puedo soportar cualquier carga. / Aunque mis pies no tocan el suelo, me sostengo sobre el sonido de algunas personas generosas viniéndose abajo”.
Legalize it, de Peter Tosh (1976)
Seguramente el gran himno de la legalización. Peter Tosh era rastafari antes de que lo fuera Bob Marley. Tocaron juntos en los Wailers, pero Tosh dejó el grupo, entre otras cosas porque acusó a la banda de occidentalizarse bajo la influencia del disquero Chris Blackwell. El primer disco en solitario de Tosh fue Legalize it, donde se incluye la canción del mismo título. Por si había dudas, la portada del álbum las disipa: aparece Tosh fumando en una pipa y rodeado de plantaciones de marihuana. La letra de la canción dice: “No la critiques, legalízala” / Algunos la llaman tamjee. / Algunos la llaman hierba. / Algunos la llaman marihuana. / Algunos la llaman ganja. / No importa, hay que legalizarla”. En la segunda parte del tema subraya sus poderes curativos: “Es buena para la gripe. / Es buena para el asma. / Es buena para la tuberculosis, incluso para la trombosis”.
I wanna get high, de Cypress Hill (1993).
Si alguno tenía dudas sobre el compromiso de Cypress Hill con la legalización de la marihuana quedaron disipadas cuando subieron al escenario del madrileño Festimad en 1996. Su concierto estuvo preñado de continuas referencias al asunto. Quizá estos californianos sean los defensores más persistentes del consumo de hierba durante los años noventa. Lo difícil es encontrar alguna de sus canciones que no haga referencia al ganja. Nos quedamos con I wanna get high, que ya desde el título lo pone claro: Quiero colocarme. “La hierba es más que una poción poderosa. / Es una conmoción. / Y no estoy bromeando. / La gente está aprendiendo cómo fumar””. Incluso se atreven a invitar al que en 1993, año de la composición, era el presidente de Estados Unidos: “Di a Bill Clinton que vaya e inhale, exhale. / Y ahora sientes el poder del funk”.
Aquí no podemos hacerlo, de Los Rodríguez (1995)
Entrevistabas a Los Rodríguez en 1995, cuando se editó el disco que contiene esta canción, y Andrés Calamaro, su autor, divagaba sobre la temática de la composición: “Bueno, que cada uno saque sus conclusiones. Puede estar dedicada a una chica, o a otra cosa”. Ojo: 1995, miedo a la censura, a no poder ser radiados. De hecho, la frase más repetida en la letra es: “Dicen que aquí no podemos hacerlo”. Los Rodríguez juegan al doble sentido, algo tan arraigado en esa música que tanto aman, el blues. Pero este tema (no podría ser de otro modo) se sostiene sobre un ritmo reggae. “Morena con la piel de chocolate, no dejaremos de ser dos amantes tú y yo, siempre te llevo guardada muy cerca del corazón, aunque digan que aquí no podemos hacerlo”. ¿Una bella chica negra, o una piedra de hachís? El juego sigue con estos inspirados versos: “Nunca quise apurarte y que te quemes mal. / Mis dedos solo sirven para tocarte. / Un beso, otro beso, y la pena se va con el humo. / Y dicen que aquí no podemos hacerlo”. Al final de la canción hay un claro mensaje pro legalización: “Levanta la voz si te dicen qué hacer y qué no hacer. / Cuanto más grande es la pena, más ruido va a hacer al caer. / No te voy a sacar de mis planes solo porque digan aquí no vale”.
Bolleré, de Raimundo Amador (1995)
Aunque seleccionamos la versión más popular de Bolleré, la que se incluye en el primer disco de Raimundo Amador, Gerundina, hay que decir que este tema es de esa francesa apasionada de Andalucía que es Cathy Claret. La curiosa historia arranca en los ochenta, en uno de los frecuentes viajes de Cathy del sur de Francia a Sevilla en busca de inspiración (y locura). En Sevilla conoce a los hermanos Amador, Rafael y Raimundo (Pata Negra). Los sevillanos enseguida detectan el tesoro que trae de Francia Cathy: unos papelillos para liar tabaco (y otras cosas) que no vendían en España. El nombre: OCB. Su secreto, según los Amador: un papel muy fino que conseguía que lo que allí se fumaba supiera a gloria. Cuando el fino papelillo se ponía al trasluz se podía leer: Bolloré. A Cathy Claret la historia le inspiró la canción Bolloré, incluida en su disco Soleil y Locura, de 1991, donde ya colabora Raimundo Amador. Este último realizó la primera versión de la canción con un grupo llamado Arrajatabla (1992). Pero cambió una vocal, que era como él pronunciaba la palabra: Bolleré. Años más tarde la incluyó en su primer disco en solitario, Gerundina (1995), y se escuchó en radios y ferias de toda España. La pieza dice: “Bolleré, te quita las penas. / Bolleré, te vuelve loco. / Bolleré, para toda la vida, Bolleré, qué papel”. Pero el gran momento de la historia de Bolleré fue cuando la interpretó Raimundo junto a B. B. King en el disco en directo Noche de Flamenco y Blues (1998). En el ecuador del tema, Raimundo anuncia: “¡Vamos, ya. Os presento al monstruo, el mejor: B. B. King!”. Sale el voluminoso B. B., le da un achuchón al pequeño Raimundito (no se lo pierdan) y los dos atacan Bolleré. Impagable.
Marijuana, de Brujería (1997)
El grupo Brujería es algo serio. Formado por miembros (algunos de ellos de ascendencia latina; de ahí que canten en castellano) de bandas rudas californianas como Fear Factory, Faith No More o Dead Kennedys. El disco de seis canciones que contiene Marijuana alcanza un valor de unos 400 euros en el mercado del coleccionista. Lo curioso es que este Marijuana es una versión paródica de Macarena, de Los Del Río. Atención a la letra: “Dale a tu cuerpo lo que necesita, compra una bolsa ahí en la esquinita. / Pinchis greñudos fuman motita, eeeeeeeee, Marijuana, hai”. En otra fase del tema, cantan: “Hay una vieja que es muy bonita, en México la llaman Marijuanita. / La vida loca necesita hierbita, eeeeeeeee, Marijuana, hai”. Bromas aparte, Brujería es una banda comprometida con el consumo y la legalización de la marihuana. La duda es si pagarán derechos de autor a Los Del Río.
Cannabis, de Ska-P (1999)
Ahora lo negarán con vehemencia, pero los preadolescentes de 1999 no tenían ni la más remota idea de lo que hablaban estos revolucionarios vallecanos cuando cantaban aquello de: “Saca ya esa chica, tron, venga ya esa china, tron, quémame la china, tron”. ¿Quemar una china? ¿Qué significa eso, papá? “Apaga la radio, niño”. Cannabis se hizo realmente popular entre la chavalería española en los estertores del siglo XX gracias a la rítmica métrica del ska. Los veinteañeros sonreían cuando sus hermanos pequeños entonaban la canción en las reuniones familiares. La música española había tratado la humeante piedra en sus textos, pero pocas veces de forma tan explícita y con tanta repercusión. Ska-P no solo apostaba por la legalización, sino que iba más allá pidiendo calidad” y buen precio. “Lega, legalización, cannabis, / de calidad y barato. / Basta de prohibición”. Quince años más tarde, en España, ni una cosa ni la otra. Está claro que la canción sigue vigente.
Por cierto, seguramente esta es la única lista capaz de reunir a Ska-P con gigantes como Bob Marley o Neil Young.